PARANA TAMBIEN TIENE SU "ABASTO".

Floggers y emos / Los adolescentes coparon la peatonal en Paraná

Desde hace un tiempo, los viernes al atardecer un sector de la peatonal de Paraná es “copado” por adolescentes de entre 13 y 17 años que comienzan a palpitar el fin de semana, mientras la gente mayor se retira del lugar, entre espantada y enojada, por el uso – y hasta abuso- del espacio público que hacen los jóvenes. Para un testigo casual, que mira desde afuera, es difícil reconocer las diferencias entre los diversos grupos y también los motivos que los llevan a congregarse allí.



Los floggers pasan horas en Internet cargando fotos y firmando los fotologs de sus contactos. Los emos se definen como sensibles y se tapan un ojo con su flequillo para demostrar su vergüenza hacia el mundo. Guille y Nicolás le explicaron a AIM qué es esto de ser flogger, emo o dark.

Nadie sabe muy bien cómo aparecieron ni de dónde salieron, pero lo cierto es que están y parecen multiplicarse cada día. Cualquiera que haya ido un viernes por la tarde a la peatonal paranaense habrá notado la cantidad de adolescentes que elige ese punto de encuentro. Allí convergen diferentes grupos, que se distinguen por su forma de vestir y de ver el mundo. Son las llamadas tribus urbanas: emos, floggers, darks, góticos y cumbieros son las más populares.

La gente al salir del trabajo o aquellos que por casualidad atraviesan esa multitud de adolescentes, observa el fenómeno con extrañeza, algunos hasta con enojo, indignación y hasta resignación.

El fenómeno generó incomodidad en los vecinos que expresaron sus quejas por la imposibilidad de utilizar ese espacio público, copado por los chicos los viernes al anochecer. Por esto, hasta se analizó la posibilidad de prohibirles estar ahí. “En un momento la municipalidad no querían dejarnos estar acá, ahora lo permiten e incluso dejan que pasemos música una hora”, explica Nicolás en diálogo con AIM.


¿Cómo reconocerlos?

Para un espectador poco adiestrado, todos son iguales. Pero si bien hay factores comunes y peinados que se repiten, también vestimentas y actitudes que identifican pertenencias a determinados grupos, y también un consumo en particular que distingue a buena parte de los ocupantes de ese espacio público: los chupetines y las paletas.

“Emo viene de emocional, somos muy sensibles, las cosas nos pegan más”, define Guille, de 16 años, y cuenta que se trata de “un proceso, son situaciones que te van llevando por un camino”. La identificación con cierto grupo, les da la identidad que –como todo adolescente- necesitan encontrar.

La característica de los emos es el flequillo de costado, tapando un ojo. “Es algo simbólico para mostrar nuestra vergüenza hacia el mundo porque no estamos de acuerdo con las guerras ni con el hambre”, explica el adolescente de 16 años, ataviado con una remera amarillo furioso, vincha y pulsera haciendo juego. En contrario, para los floggers, la ideología de los emos es “boba”: “tienen un mundo de fantasía y se tapan un ojo para no ver la realidad”.

Los emos llevan corazones rotos, estrellas y muñequitos colgados de las mochilas, usan uno o dos piercings (aritos) debajo del labio y completan su peinado con vinchas o moños. "Somos muy detallistas, combinamos todo: el pelo, las uñas, las pulseras", señala el joven emo.

Algunos eligen lastimarse, cortándose algunas partes del cuerpo como una “forma de descargarse porque un dolor sólo se puede sacar con otro dolor”, explica, pero reconoce que es “algo muy malo que no te ayuda en nada”.

“Te das cuenta cuáles son los floggers porque bailan todo el tiempo, también por la ropa, las zapatillas nike, los pantalones chupines de colores, algunos también usan tiradores”, detalla Guille, y Nicolás se apresura a agregar: “son los que viven obsesionados por postear fotos y que le firmen el fotolog”.

En tanto, los floggers llevan el pelo todo revuelto y, aunque parezca que están despeinados, lograr ese efecto lleva su tiempo: "Me lavo la cabeza y me pongo un gorrito; después me plancho el pelo. Al otro día me lo bato todo, me pongo cera y por último, spray", cuenta Nicolás. Colores y zapatillas completan el look flogger. Los piercings no son exclusivos de determinada tribu, sino que son elegidos por la mayoría de los adolescentes.

La meta de un flogger es conseguir en su fotolog la mayor cantidad de firmas (o comentarios) y reverses, que es cuando otros los agregan a sus fotologs como favoritos.

Por otra parte, los darks siempre visten de negro, usan borcegos, el pelo lacio oscuro y los ojos muy delineados. A los dark, es posible confundirlos con los góticos porque también se visten de negro y usan borcegos, polleritas cortas y medias de red... aunque los diferencia la ideología.


La ropa, un símbolo

Aseguran que la vestimenta “depende del estado de ánimo”: “siempre estamos de negro, pero combinado con otro color, como blanco, rosa o rojo”.

Los floggers aseguran que lo que los define no es la ropa, sino el hecho de tener un fotolog, que es “como un álbum de fotos, pero en Internet, donde la gente te deja firmas o comentarios”, explica Nicolás.


Los gold

Los blogs o fotolog son espacios gratuitos a los que cualquiera puede acceder en la web para crear su sitio propio y hacer el uso que le parezca conveniente. Es común entre los adolescentes tener el propio fotolog, sin embargo para ser floggers esa condición es indispensable, aunque lo ideal es contar con el servicio gold.

En ese sentido, uno de los adolescentes detalla que “cuando tenés fotolog común podés postear (subir a la web) una sola foto por día y con el gold cam podés postear seis. Pagás un precio dado para postear más y tenés más firmas”.

El fin de un floggers es “colgar” fotos a su espacio virtual y, sobre todo, recibir la mayor cantidad de firmas (comentarios, aprobaciones, saludos), que sean posibles. “El objetivo es tener 200 firmas por día”, explica uno de los chicos y señala a un par de sus amigos que a menudo alcanzan ese número.

En la peatonal y tal vez en otros ámbitos también, los adolescentes no se reconocen por el nombre de pila, sino por el que los identifica en el fotolog, como por ejemplo Te quiero de más, Espléndido, Haceme flashear o Soy fashion.

En ese sentido, según los chicos, existen en Paraná siete floggers más famosos, entre los que se encuentran Inesperado, Fausto, Me pegó un flash y Magnífico.




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