jueves, 27 de noviembre de 2008

Fenómeno Cumbio

La chica del fotolog más conectado del país logró, a los 17, alcanzar la popularidad del star system argentino, lanzar su propia marca de ropa, entrar al cine indie y escribir su curiosa autobiografía teen. Los Andes entrevistó a Agustina Vivero, más conocida como Cumbio. Además, una charla con Daah, el flogger más popular de Mendoza.


Llega a casa. Dos y media. Damas Gratis en el celu, viento y unos veinte grados en barrio de Once.

Moverse por Buenos Aires hasta la escuela, comer, pensar en el nuevo libro que va a contar ‘mi vida como adolescente’ , atender el teléfono con el hombro izquierdo, con los pantalones cortados a tijeretazos y una camisa quizá más grunge que flogger, escuchar dos segundos y contestar al toque, como en cada entrevista buenaonda, su voz directa, atinada, normal. “¿Sos de Mendoza?, uh, buenísimo.

Tengo amigos allá. Después de ir a Neuquén y a Comodoro, voy a pasar”.

Agustina no viene de turista, ni con la gira de “¿Dónde van los sueños?”, ese musical tipo high school en el que actúa de... flogger. Tiene, eso sí, una ruta de matinés en todo el país, donde la aguardan cientos de chicos achupinados que flashean con ella. “A veces prefiero bajar un cambio y quedarme con mi familia y con mi novia”, desliza con ternura.

Chica Boom

En su DNI correntino es Agustina Vivero; en su flog y en la metrópoli es Cumbio. La chica - y la marca- que hizo de ese hábito social nacido en la web una movida de real alcance.

“Muchos piensan que los floggers somos boludos que estamos todo el día frente a una compu. O frikis con chupines, jopo y eso. Nada que ver. Somos gente que quiere hacer amigos en todas partes y ayudar como podamos a que las cosas mejoren”.

- ¿Y eso cómo?

- Ahora, por ejemplo, estamos organizando una Flogger Fest en Quilmes a beneficio de varios comedores; en eso me ayuda ciudad.com, un sitio por el que vamos a lanzar, también, algo de información sobre prevención, VIH, esos temas...

-Hace poco, se supo que te habían ofrecido una candidatura como diputada. ¿Qué te pareció la idea?

-Un poco sacada (risas). No puedo decirte el partido, pero sí que la rechacé.

Fue Cumbio quien tuvo que explicar a los muy astutos que todavía ella no cumplía los 18, que no había terminado el secundario, que las instituciones le resbalaban por lo obvio y que, de hecho, no podía tomar las decisiones de un país.

- Entonces ¿ a qué te querrías dedicar?

-Voy a seguir Comunicación: me gusta la radio, pero también podría conducir en TV. Hay tiempo para decidir, ya veré.

Rebobinemos: semanas atrás, Cumbio desfiló por toda la televisión chatarra desplegando una perfo natural que la colocó en estado de reality permanente: la tapa de las revistas, la cartelera teatral y -todavía no pero pronto- las pantallas de cine.

-¿Cómo impacta en tu cabeza la sobre exposición que te dan los medios?

- Y... es rarísimo. Imaginate que empecé con 20 amigos en el flog y ahora firmo autógrafos por la calle y a la salida del teatro me espera una multitud. El otro día una chaboncita que quería que le firmara se largó a llorar apenas me vio.

“Imaginate”, repite Cumbio, como si quisiera que comprendieras con ella lo alucinante y esquizoide que es el mundo. “Algunos te aman y otros te odian, te gritan por la calle ‘flogger de mierda’, pero cuando les preguntás, no tienen idea por qué”. Así que sale, solo, el tema de la violencia.

-¿Siguen bardeando a los floggers en el Abasto?

-Y sí. Nos seguimos juntando todos los domingos, pero después de la batalla de barrios que hubo, andamos con más cuidado. No queremos nada de violencia, somos re-pacifistas.

Suena como un manifiesto, un pacto sano que se manifestó desde el principio cuando Cumbio inauguró esas juntadas en el mismo predio comercial donde - 30 años atrás- perdía hermosamente el tiempo Luca Prodan.

Sacando fotos, haciendo repostería, posando junto a los graffitis o los tags, intercambiando data; así la pasa la tribu. Es posible imaginar que los floggers encontraron en esa protocultura la sustancia para fabricar un mundo con energía alternativa.

-¿Se filtra algo de droga en el grupo?

-No (rotunda): cero droga, cero alcohol, no da para eso tampoco, porque nuestras fiestas son matinés. Que yo sepa, hay un solo flogger en todo el grupo que fuma tabaco.

Igual, aclara, la tribu es lo suficientemente heterogénea como para que cada uno tenga su perfil, su look y su música.

-¿Vos vas por la cumbia electrónica o por la villera?

- Me gusta más la villera (Damas Gratis, el Polaco), y mi mamá siempre me dice que la corte con tanto chingui chingui.

Ángeles o andróginos

‘¿Sos chica o chico?’, le preguntó a quemarropa Chiche Gelblung, apenas la invitó al programa.

Y Agustina recuerda tranquilamente cómo lo encaró entonces, de igual a igual, en el aire. “Lo hizo a propósito”, dice despierta. “Es que a muchos les va por el lado del morbo”. Ella, en cambio, le quitó a la imagen esa relación que tiene con Marulina toda chonguez, para tornarla celebración pura.

-Y tu chica ¿qué opina del circo que se armó alrededor de tu bisexualidad?

- Le molesta bastante, pero sobre todo porque no es algo que hayamos elegido. La sexualidad es personal, punto. Nadie tiene por qué ponerse a opinar sobre eso.

-Hablame de tu libro...

- Bueno, ahora es lo que me está consumiendo más tiempo. Digamos que es acerca de vivir como adolescente en este país, la oportunidad de hablar sobre muchos temas.

-¿Como cuáles?

- De todo (política, violencia, moda, tribus); lo estoy haciendo con un ‘escritor fantasma’, en realidad, con el periodista que yo elegí.

- Además están haciendo tu película ¿no?

- Uhhh, eso fue re loco. Me filmaron antes de toda esta movida, cuando recién estaba empezando con las juntadas del Abasto. Todo muy cine independiente, para el Bafici o círculos así. ¿Que quién lo dirige? Una chica: Andrea Yanino.

Rebobinemos de nuevo: hace tres años, Agustina era una quinceañera lista que zafaba apenas en el colegio. Ni siquiera tenía Internet. Pero sabía refugiarse desde los 13 en el altermundo de su computadora. De pronto, se convirtió en la cara más conocida de Fotolog.com, la red social más grande del país con 2,7 millones de visitantes.

Y sus fans -calculó la revista Rolling Stone- llenan hoy cuatro Luna Park. Pero si bien firmó una campaña con “Nike” y anda con la camarita que le regaló Cannon, no sueña con una vida de sponsors. Sí, quizá, con un mundo apenas un poco más amigable.


http://www.losandes.com.ar/notas/2008/11/2/estilo-390148.asp

4 Comments:

SDLN said...

No hay cosa mas ignorante que ésta. Sinceramente...
A veces me da verguenza ajena y dolor a la moral que esta pendeja llegue a la fama y pibes que conozco (artistas de verdad) NO.

SDLN said...

No se si llamarla persona. Es muy EGO la piba. Aunque no conozco mucho ''lo que muestra'' su ''historia'' prefiero ni hacerlo xD

SDLN said...

No se si llamarla persona. Es muy EGO la piba. Aunque no conozco mucho ''lo que muestra'' su ''historia'' prefiero ni hacerlo xD

SDLN said...

Ah y...una pregunta....¿Que carajo tiene que ver esta deformidad social con el goticismo? o.O
Tan filosofos que son los góticos y la metes en tu blog?

*estoy vomitando* xX_Xx